El concepto de autoestima generalmente se utiliza desde diferentes contextos, no es un término que solo se utiliza en el campo de la salud mental, sino también en el ámbito social, deportivo, académico, de las relaciones sociales, etc. Sin embargo, en los diferentes ámbitos se coincide la idea general de que este concepto está relacionado a la forma como pensamos, sentimos y realizamos sobre nosotros mismos. En estos contextos lo adecuado e importante debe ser mantener una “autoestima fortalecida” o una “autoestima elevada o alta”, que permita un bienestar emocional y poseer habilidades para enfrentar las diferentes actividades de la vida diaria en una forma adecuada y efectiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando define la salud como: “Estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, podemos considerar que uno de los aspectos más importante es la autoestima porque es un componente del desarrollo y mantenimiento de un estado de completo bienestar físico, mental y social.
El desarrollo de la autoestima se inicia desde el nacimiento y se va desarrollando, evolucionando, cambiando, mejorando o deteriorándose durante toda la vida. Pero el desarrollo de la autoestima en las etapas de la niñez e infancia son fundamentales porque establecerá las bases sólidas de la autoestima durante su vida.
El desarrollo de la autoestima del niño va a depender de la forma como es tratado en diferentes contextos, sobre todo en el contexto de su familia. Cuando a un niño no se le ofrece un ambiente familiar sano, acompañado de afecto, estímulos que refuercen o fortalezcan las emociones y conductas adecuadas, es probable que desarrolle poco su autoestima y esto no permitirá que se desenvuelva correctamente en la vida.
La autoestima en los niños y niñas es el resultado de varios factores, pero principalmente de la relación que existe entre la conducta del niño y el medio ambiente familiar y social que lo rodea.
¿Y como podríamos fortalecer la autoestima en los niños y niñas?
Para fortalecer la autoestima infantil es necesario la participación de los padres o de las personas que están a cargo de la crianza del niño o niña.
El niño desde su nacimiento debe ser valorado y aceptado en su familia, durante su desarrollo físico y psicológico va identificando sus capacidades como también las limitaciones, en tal sentido es importante que los padres aprendan a manejar o controlar las dificultades o aspectos negativos del niño para así ayudarle a superar aquellas cosas difíciles para él. Es recomendable que durante este proceso no se utilice un lenguaje despectivo, descalificador y desvalorizante, porque el niño o niña cree todo lo que le dicen sus padres y estos “pensamientos” o “creencias” va quedando internalizado en el niño para el resto de su vida.
Cuando la autoestima se fortalece o se eleva en el niño o niña, vamos a tener un niño seguro de sí mismo, que tendrá facilidad para valorar las cosas buenas y a la vez la capacidad para reconocer sus errores y una buena base sólida para el aprendizaje.
Recomendaciones para fomentar la seguridad y autoestima en los niños y niñas
En realidad, es todo un proceso para instalar la seguridad y fortalecer la autoestima en los niños y niñas porque va a depender del autoconcepto que tiene el niño de si mismo y este autoconcepto es producto de los mensajes positivos o negativos que ha recibido de su entorno familiar y social.
La seguridad y autoestima se va desarrollando de acuerdo a las experiencias diarias, el niño o niña va recibiendo información de cómo es, de lo que vale, y de las competencias que tiene, y así con esta información va construyendo una imagen de sí mismo. En este proceso la familia tiene un papel fundamental, ya que estas primeras informaciones que recoja el niño o niña sobre su persona le servirán para comprender cómo le percibe su familia. Tenemos algunas recomendaciones para ayudar al niño o niña para fomentar la seguridad y autoestima:
- Poner atención al ambiente que rodea al niño o niña.
- Mantener la calma cuando sea necesario corregirlo y no utilizar un lenguaje descalificador y agresivo.
- Las expectativas que tengamos del niño o niña deben ser realista y que las pueda cumplir.
- Cuando el niño o niña logre algunas de sus metas, debe de recibir reforzadores positivos o expresar orgullo de él o ella de lo que ha logrado.
- Debemos recordar que los padres también seamos o mostremos seguridad en nosotros mismo y confiemos en nuestras capacidades, es decir servirles de ejemplo. Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice.
- Debemos cuidar la autoestima del niño o niña. Mostrarle que es valorado.
- Se debe dar la oportunidad de acuerdo a la edad y capacidades a los niños y niñas de hacer cosas solos, como dejar que tomen sus propias decisiones, que asuman equivocaciones y se perciban responsables de sus logros y por lo tanto de sus competencias y capacidades.
- Los padres generalmente son fuente de seguridad y confianza para sus hijos, por eso es necesario que en todo momento lo transmitamos para que los niños se perciban seguros y confiables.
Ps. Luis Oscar Velásquez Aguilar, Psicólogo Clínico del Hospital Nacional “Guillermo Almenara Irigoyen” EsSalud, autor del libro “Niños Hospitalizados” y docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas – UPC.