No siempre es fácil la transición de la lactancia a la alimentación complementaria de un bebé. Existen varios factores que pueden ayudarte a hacer esta transición más llevadera, para esto, es importante tener en consideración las características de cada alimento o comida; como el color, el sabor y las texturas.
COLOR
Los colores representan en los alimentos distintos grupos de vitaminas y minerales. Mientras más variado sean los colores de una dieta mayores serán las probabilidades de cumplir con los requerimientos de micronutrientes del niño. Además, el combinar colores hará las preparaciones mucho más llamativas, haciendo más sencillo el momento de la comida.
Colores | Ejemplos de alimentos | Micronutriente que congtiene |
Verde | Brócoli, lechua, espinaca, palta, kiwi | Ácido fólico y Glucosinolatos |
Amarillo-Naranja | Mandarina, piña, zapallo, zanahoria, mango | Vitamina A y Vitamina C |
Rojo | Sandía, tomate, pimiento, manzana, fresas | Licopeno y Caroteno |
Morado-Azul | Beterraga, arándanos, uva, berenjena | Antocianinas |
Blanco | Coliflor, plátano, cebolla, ajo | Potasio y Selenio |
SABOR
Debemos permitir que los niños descubran los sabores reales de los alimentos sin el uso de elementos adicionales; como por ejemplo azúcar y sal. Es innecesario tratar de resaltar el sabor original de las preparaciones ya que los niños al no haber probado anteriormente condimentos no tienen un punto de referencia lo cual les permite percibir el sabor nato de los alimentos. Si es que no les permitimos hacerlo, con el pasar de los años necesitarán cada vez mayor cantidad de estos en sus preparaciones para poder satisfacer sus gustos. Es mejor acostumbrarlos desde pequeños a sentir los sabores naturales ya que es en esta etapa de su vida en donde se empiezan a crear los hábitos alimenticios.
TEXTURAS
Es importante tener en cuenta cómo les damos los alimentos a nuestros bebés, es por ello que debemos considerar las texturas. Hay que ser conscientes que no todos los niños maduran o aceptan los alimentos al mismo tiempo o de la misma forma. El Ministerio de Salud, muestra en sus guías como debe ser la consistencia de acuerdo a la edad:
- De los 6 a 8 meses los alimentos deben ser aplastados como puré y papillas.
- De los 9 a 11 meses los alimentos deben de darse picados.
- De los 12 a 23 meses el niño ya puede comer de la olla familiar.
La realidad es que gran parte de los niños aún come los alimentos triturados al año de vida, normalmente por comodidad de los padres ya que los hijos comen más rápido los alimentos cuando son presentados de esta manera. Sin embargo, esto no es aconsejable ya que no permite que el niño se estimule y adquiera habilidades motoras esenciales como el masticado y el contacto con nuevas texturas que les permitirán a los 12 meses consumir los mismos alimentos que el resto de la familia.
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