Las grandes marcas buscan diferenciarse de su competencia innovando, tanto en productos como en el modo de generar contacto con su público objetivo.
Es por ello que Coca-Cola Zero creó, en búsqueda de éste contacto, una valla publicitaria protagonizada por una botella gigante que contenía refresco en su interior y de la que podían beber los impactados por la campaña.
La acción, según publica Creativity, giró en torno a una valla publicitaria de aproximadamente 11 metros de ancho y 8 metros de alto. Gracias a cerca de 1.400 metros de pajita y a un punto en el que la marca invitaba a probar el refresco, los impactados por la creatividad pudieron irse bebiendo, literalmente, la pieza.
Por otro lado, y también en el marco de esta competición de baloncesto, los asistentes al partido pudieron participar en una competición a través de una aplicación para la que debían soplar en dirección al micrófono de sus dispositivos móviles con la finalidad de terminarse antes que nadie una Coca-Cola Zero virtual. La marca premió a los ganadores con botellas de refresco.
En la misma línea creativa de campaña bebible, la marca estrenó en el marco del partido un spot de televisión en el que, a través de Shazam, los espectadores convirtieron sus smartphones en un vaso que se iba llenando de refresco.